Cuando en el año 2011 España se encontraba con alrededor de 6 millones de desempleados.
¿Por qué era tan importante el déficit público? En general, porque para poder obtener el dinero
necesario, hay que recurrir a 3 maneras principales y, como verás, todas tienen efectos negativos
para la economía.
1. AUMENTO DE LOS IMPUESTOS.
La primera solución puede ser recurrir a subir los impuestos. Si el problema es que los ingresos
son menores que los gastos, una posible solución pasa por aumentar los ingresos, y como
hemos visto, la mayoría de los ingresos vienen de los impuestos.
Esta medida tiene una serie de inconvenientes. El primero que al subir los impuestos las
familias van a tener menos dinero para comprar y por tanto las empresas van a vender menos.
Si las empresas venden menos, despedirán algunos trabajadores por lo que aumenta el
desempleo del país. Mucha gente criticó que en una situación de desempleo tan alto, estas
no eran las mejores medidas.
Otro problema es que los impuestos no pueden aumentar indefinidamente, hay un máximo
de dinero que les podemos cobrar a los ciudadanos porque simplemente no tienen más
dinero. Por tanto esta medida se puede utilizar hasta un límite.
2. IMPRIMIR DINERO
Es la pregunta del millón de todo alumno de bachillerato- “Javi, si no tenemos dinero, ¿por qué
no simplemente el Estado lo crea y lo reparte entre todos los ciudadanos?”
Otra solución es imprimir billetes para poder realizar los gastos. Esta es una medida que todos
hemos pensando alguna vez. Si el Estado puede imprimir el dinero ¿por qué no crea todo lo que
necesita para sus gastos? La pregunta no es ridícula para nada, y es una medida que muchos
países han hecho.
El problema es que cuando hay más dinero en una economía, todos vamos a poder
comprar más bienes.Sin embargo, los bienes que podemos comprar siguen siendo los
mismos. ¿Qué ocurre si todos tenemos más dinero y los bienes son los mismos? Exacto, los
precios aumentarán. A esto se le llama inflación y puede tener unos efectos devastadores en
la economía, como veremos el tema siguiente. Históricamente es una medida que se ha
comprobado que puede provocar una situación mucho peor. Por eso, esta es una medida que los Estados europeos tienen prohibida hacer ya que todos compartimos la misma moneda. Se trata
de evitar que un país haga una medida en un momento desesperado que acabe perjudicando a
todos los demás.
3. DEUDA PÚBLICA
Si una familia tiene unos gastos mayores que sus ingresos, tendrá que pedir prestado.
El Estado hace lo mismo.
La deuda pública es el viejo truco (lo que mi madre llamaría el truco del almendruco).
La opción más normal cuando tenemos un gastos público mayor que los ingresos es
que el Estado pide prestado a particulares u otros países, comprometiéndose a devolver
esta cantidad más unos intereses en un periodo determinado. Por supuesto esta medida
tampoco está exenta de problemas.
PRIMER PROBLEMA. Uno de los problemas que presenta la deuda pública es la gran cantidad
de intereses que se deben pagar por ella. Así, cuando se produce un déficit público por un
gran aumento de los gastos y nos endeudamos, estamos provocando que en un futuro
tengamos unos mayores gastos (al tener que pagar intereses) y que tengamos que seguir
endeudándonos y así sucesivamente. Por ejemplo, este año hemos tenido que devolver dinero
por valor de 84.000 millones más intereses por valor de 32.000 millones. En total hemos devuelto
116.000 millones. Fíjate que como no nos llegaba para pagar ese dinero, hemos tenido que
pedir prestado 35.000 millones (el déficit de este año), dinero que también tendremos
que devolver en el futuro. Pedir prestado para poder pagar los préstamos es lo que se conoce como trampa de la deuda.
Además, a medida que debemos más dinero, los que nos prestan se fían menos de nosotros,
ya que piensan que hay riesgo de que no podamos devolver el dinero. A medida que los que
prestan dinero piensan que hay más riesgo, aumentarán los intereses exigidos y tendremos
que devolver aún más. Este mayor interés que nos piden es lo que se conoce como
PRIMA DE RIESGO.
SEGUNDO PROBLEMA. Otro problema es el efecto expulsión de la deuda pública.
El motivo es que entre todos tenemos unos ahorros determinados. Imagina que tenemos
los ahorros en los bancos, entonces luego los bancos lo van a prestar a quien lo necesite,
como por ejemplo las empresas para ampliar sus locales, o una familia para comprar una casa.
Pero si los bancos prestan el dinero al Estado no quedará dinero para prestar a las familias o
las empresas y por tanto decimos que la deuda pública del Estado está expulsando a familias
y empresas para realizar sus inversiones. Esto ha ocurrido durante la crisis, para los bancos
era muy rentable prestar el dinero al Estado, ya que recibía unos intereses muy altos en ese
momento, debido a la elevada prima de riesgo que mencionamos antes. Como el dinero lo
estaba recibiendo el Estado, los bancos ya no prestaban a familias ni empresas, con lo que
muchos negocios cerraron, empeorando la situación.
Por estos motivos cuando el Estado tiene más gastos que ingresos (déficit público) y tiene que pedir prestado (deuda pública) tiene consecuencias muy negativas para la economía.
NO ES LO MISMO DEUDA PÚBLICA QUE DÉFICIT PÚBLICO
No hay que confundir la deuda pública con el déficit público. El déficit público dijimos que era
cuando los gastos públicos de un año son mayores que los ingresos públicos. Así, cuando
hablamos de déficit público, tenemos que aclarar el año del que hablamos. EN 2017 el déficit
público de España ha sido de 35.000 millones. Decimos que se suele comparar con el PIB
(el valor de todo lo producido en un año). Estos 35.000 millones equivalen al 3%. Cuando
tenemos déficit público solemos recurrir a pedir prestado, es decir a deuda pública.
La deuda pública sin embargo va a ser todo el dinero que hemos pedido prestado en
los últimos más los intereses que tenemos que devolver. España lleva mucho tiempo
teniendo que pedir prestado (como ves en la gráfica, el déficit ha sido importante desde 2008,
donde hubo un 4,4% de déficit).
En 2017 el déficit es prácticamente el 100% del PIB, lo que equivale a 1 BILLÓN (con b) de euros
que España tiene que devolver. Es decir, debido a que en el pasado gastamos demasiado ahora
estamos teniendo que pagar más de 100.000 millones de euros al año para devolver lo prestado,
lo cual es casi lo mismo que pagamos por todas las pensiones.
Eso nos lleva a la siguiente pregunta.
¿Es justo que tengamos que pagar los excesos del pasado? ? ¿Es justo que hagamos a generaciones futuras pagar por excesos del presente?
En principio podríamos pensar que no, aunque es cierto que nosotros nos aprovechamos
de muchos gastos del pasado. Por ejemplo, si piensas en nuestra ciudad, podemos
disfrutar de parques, pabellones de deportes, e incluso aeropuerto, gracias a esfuerzos que
hicieron nuestros antepasados, que decidieron gastar el dinero ahí en lugar de disfrutar de otras
cosas. De la misma manera, el gasto de hacer un metro o arreglar una ciudad lleva años
de sacrificios que disfrutarán nuestros descendientes. A esto se conoce como LA REGLA
DE ORO DE LA HACIENDA.
Como casi siempre, la clave no es “deuda sí o deuda no”, sino “cuánta deuda”. Está bien
una cierta cantidad de deuda, que permita hacer buenas inversiones al país, como carreteras o
aeropuertos de los que se beneficiarían las siguientes generaciones. Pero hemos visto que
una deuda excesiva puede llevar a una situación que perjudique mucho en años siguientes,
obligando a devolver una gran cantidad de dinero e impidiendo así gastar dinero en otras cosas
más necesarias.
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